MÉS RELATS I POESIES PER LA SETMANA DE SANT JORDI CONFINAT

Continuem escalfant motors abans de l’arribada de Sant Jordi, aquí teniu unes quantes poesies i relats escrits per l’alumnat del centre. Llegiu-les amb calma, devorant cadascuna de les paraules, posant-vos en la pell dels personatges i del jo poètic.

Moltes gràcies a tothom que ens fa arribar els seus escrits.

 

Poesia, de 4t d’ESO

T’apropes, i sense dir res, m’abraces.

Tanco els ulls i noto com la teva respiració s’accelera,

sento el plor que em neix als llagrimals i m’arriba als llavis.

Torno a obrir els ulls, i tot el que veig és

el negre fum que surt de la xemeneia,

el seu cos reduït a un fum fosc i espès.

 

De lluny, sento la veu de la mare trencar-se,

noto la salor de les llàgrimes,

la vista se m’emboira,

i la teva mà m’agafa tremolosa.

Crides, emportada pel dolor i caus a terra.

 

I jo, aliena a l’entorn i al moment,

inspiro l’aire perfumat de lliris i

en expirar, amb un fil de veu,

li dic un adéu negat de llàgrimes.

 

Mi música, d’Alba Oliva, 2n d’ESO

Alguien dijo una vez que la música es solamente ruido que se propaga más rápido aún que una plaga, pero yo no lo creo así.

 

Lo que siento mientras bailo al ritmo de la música es inmensurable, inexplicable. No podría jamás llegar a imaginarme un mundo como el de Footloose. Mi conexión con la música va más allá de lo que puedo ser capaz de contar. Así que aquí intentaré que lleguéis a comprender la sensación más bonita del mundo para mi, pues este relato solo se puede llegar a entender si lo lees mientras escuchas música. Música que te haga sentir bien, que te haga ser tu mismo.

La música es lo único en este mundo que me hace perder la cabeza. La buena música combinada con letras potentes hace cambiar tus ánimos y tu opinión allí dónde vayas.

Creedme cuando os digo que ir por la calle con música hace que te sientas como si estuvieses dentro de una película. Vas en patinete bajando por la Avenida Meridiana y te sientes poderoso, llegas al estribillo y pareces ser un superhéroe posando ante el desastre que acabas de crear.

 

Pero a parte de la música, del compás, del ritmo, de la sonata, la letra también es importante. Dentro de ella puedes encontrar dos mundos unidos, el de la letra y el de la música. Leer las letras, que no cuesta más que un poco de atención, puede ser toda una aventura. Pero la mejor sensación es la del viento en tu cara, por la velocidad del patinete cuando bajas una calle, a la vez que el ritmo va subiendo, eso crea en ti un superpoder que nunca antes habías encontrado, un nuevo sentimiento que solo por esos instantes vas a ser capaz de conseguir.

 

La música también te acompaña cuando estás solo, cuando quieres sacarle una sonrisa a alguien o a ti mismo. Cuando escribes, ella está junto al teclado a la vez que tus ojos se pierden en el vacío y la historia que cuentas es la misma que la de la canción que escuchas. Es la única forma de olvidarte de todo y de concentrarte solo en una cosa; ni vista, ni tacto, ni olfato, solamente escuchar y sentir dentro de ti que algo se enciende. Cuando estás solo y nada más que la música te acompaña sientes que no hay nada más importante.

Después, te quitas los cascos y no oyes nada; solo por un segundo no oyes nada. Luego todo vuelve a encenderse, vuelve el caos y el ruido a tus oídos; el sentimiento del cual te has despojado entra en ti de nuevo.

Mientras escribo esto, la música sigue resonando en mi cabeza; escucho la letra mientras me aislo. Pero todo tiene que despausarse, todo tiene que seguir y a pesar de que la música pare el mundo y el universo por unos segundos, al final todo, absolutamente todo, continua. La cuestión es si quieres continuar con música o en silencio.

 

 

Primera trobada d’una relació a distància

Alumna de 4t d’ESO

 

 El vaig esperar a l’estació del tren.

L’olor a suor de la gent era insuportable,

el vaig veure al final de l’estació, la seva altura el delatava.

Un petit somriure se’m dibuixava a la cara.

Les meves galtes s’anaven enrogint cada vegada que ell s’apropava.

ja estava a menys d’un metre, la seva mirada es va trobar amb la meva,

els seus ulls brillants, el seu somriure. Tot d’ell em semblava perfecte.

Els seus braços van anar cap a la meva cintura.

El tacte de les seves mans fregant-se per la meva esquena, semblava un somni. Els nostres llavis estaven a escassos centímetres.

El sabor del seu caramel encara seguia intacte en la seva boca.

El seu perfum inundava les meves fosses nasals.

Ja en un parc asseguts en un banc el seu cap estava repenjat a la meva espatlla.

La sensació d’acariciar el borrissol del seu clatell era tan satisfactori.

La seva veu m’omplia tota la ment.

Cada vegada que jo el tocava la seva respiració s’accelera.

Mai hagués pensat que veure’l en persona m’agradés tant.

 

CONFINAMIENTO, de Lea Boyer

Aquí estoy

Entre cuatro paredes

Y hasta arriba estoy

De deberes.

 

De Netflix me he cansado,

Ninguna serie por mirar,

Ni los pelos me he peinado

Y a mi hermana quiero matar.

 

Por las noches casi no duermo

Y esperar es todo un muermo.

 

Mis padres me obligan a moverme,

Pero solo a videojuegos quiero jugar,

Aun así me levanto y todo empieza a dolerme

Y mis padres mis llantos tendrán que soportar.

 

Como sin parar

Y ya empiezo a hinchar.

Solo chocolate como

Y me parezco a un palomo.

¡Y esto ya es el colmo!

 

Todo el día llueve

Y ni a la terraza puedo salir.

¡Al menos podría ser nieve,

Y a jugar con ella podría ir!

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