Conectados por todas partes II Es cierto y bien conocido que vivimos en un mundo globalizado. A partir de la Revolución Industrial, la Humanidad no ha dejado de avanzar a pasos de gigante, aunque si hablamos de Internet, solemos pensar que hemos llegado a la cumbre de la comunicación. Pero, ¿es únicamente ventajoso estar conectados por todas partes? Los aspectos positivos son muchos, como ya decíamos anteriormente. Gracias a las nuevas tecnologías, podemos contactar con cualquier persona independientemente de la distancia, en cuestión de segundos. Esta rapidez es también la responsable de la gran capacidad de divulgación de ideas, conocimientos y noticias a escala global. También es una buena opción contar con las nuevas tecnologías para promocionarse a uno mismo, inclusive para conocer a nueva gente o aprender, sin que los quilómetros sean obstáculo alguno. En contra, observamos día a día como los hackers son capaces de entrar en nuestros perfiles y hacerse con nuestras cuentas personales. Esto ocurre hasta con los gobiernos, llegando a unos límites de espionaje entre Estados digno de las mejores películas de la Guerra Fría. Por otra parte, Internet tiene un gran poder divulgativo e informativo, por lo que los grupos radicales tienen muchas más facilidades para difundir sus ideas, ya sean organizaciones de ideología extrema o terroristas. En definitiva, este es un debate muy sugerente que genera una gran cantidad de opiniones y de puntos de vista, pero ya lo dijo aquel filósofo: el ser humano se corrompe por la sociedad y la ambición. Así que, creo que debemos aprovechar estas herramientas, pues salvo un fallo del sistema, estar conectados es beneficioso, a pesar de toda la gente mala que pueda haber ahí fuera. Hagámoslo, conectémonos, con precaución. Daniel Mota, 1r de Batxillerat El statu quo nos ha llevado hasta esta situación, en la que parejas deciden dejar de quererse por medio de una aplicación y, lo peor de todo, es que nos parece normal y es más habitual de lo que creemos. Ya todo lo podemos hacer por medio de Internet: pedir la compra, los estudios, deberes, exámenes, hacer un ingreso en el banco, comprar unas entradas para el cine… El hecho de que hayamos evolucionado hace que necesitemos ciertos bienes y servicios para abastecer nuestras necesidades. Hace cincuenta años podías vivir sin ordenador, ¿y ahora? Pocas personas no lo tienen y la mayoría se acaba comprando uno porque su situación (social, laboral y estudiantil) lo requiere ya que ciertas tareas necesitan hacerse por Internet. Está bien estar comunicados pero cuando nos evadimos de la realidad es cuando debemos preocuparnos. Surge una pregunta: ¿Qué hemos hecho para que adolescentes de ahora vivan una vida que no es real, jóvenes que prefieren vivir por medio de una plataforma virtual? No nos damos cuenta de todo lo que nos estamos perdiendo por culpa de Internet. Nos estamos bebiendo la vida tal y como nos la han dado. La estamos malgastando mirando una pantalla en la que creemos a pies juntillas, pensando que nos aportará lo que no nos enseña la vida mediante experiencias, risas, compañías, amigos, lágrimas… todo. En mi opinión deberíamos pararnos a pensar y decirnos que nos falta vivir a fondo. Debemos aprender a vivir al ritmo de nuestro corazón y no por el número de los seguidores que tenemos en nuestras redes sociales. Apaguemos el móvil y miremos a nuestro alrededor porque, tal vez, la persona a nuestro lado haya hecho lo mismo. Júlia Román i García, 1r Batxillerat Leave a Reply Cancel ReplyYour email address will not be published.CommentName* Email* Website Desa el meu nom, correu electrònic i lloc web en aquest navegador per a la pròxima vegada que comenti.