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Como aficionado que soy a la literatura fantástica siempre tuve La historia interminable como un proyecto de futuro, como algo que debía leer, pues es ya un clásico de este género literario. Cuando empecé a leer el libro me sorprendió lo poco que sabía sobre él. La mayoría de mis amigos habían visto la película o conocían a alguien que la había visto y se la había contado. Yo, en cambio, tan solo había leído con anterioridad el primer capítulo, que releí para ponerme en situación y poder entender la historia que Michael Ende nos cuenta.

Bastian Baltasar Bux no es un chico muy brillante. Es, por así decirlo, un pardillo, un don nadie, ni siquiera saca buenas notas para ser llamado empollón. Con esta descripción podréis deducir que el protagonista de nuestra historia no es precisamente el más popular de su colegio. No tiene muchos amigos, en realidad solo tiene uno, la literatura. Bastian devora libros como otros devoran tartas y sufre el peor de los tormentos cuando debe despedirse de los asombrosos compañeros de viaje que le han acompañado en sus aventuras literarias. Encontrándose nuestro protagonista en este percal, podréis ser comprensivos cuando os cuente que al entrar en una librería huyendo de unos matones y ver allí un libro llamado La historia interminable que, como rudamente le comunicó su propietario, no estaba en venta, se vio obligado a robarlo.

Pero Bastian no es un ladrón y su inocente mente infantil se pone a imaginar las terribles consecuencias que sus actos tendrán. Sin duda debe poner pies en polvorosa con el libro en su poder; pero ningún niño sabe huir lejos y por eso acaba escondiéndose en el trastero del colegio. Ahí empieza a leer esa historia que promete no terminar nunca.

La historia interminable sucede en un reino de nombre Fantasía. El nombre del reino no da a entender ni una millonésima parte de sus increíbles características: toda clase de razas lo pueblan, desde enanos a gigantes; nadie ha hallado nunca sus fronteras, y todos sus habitantes responden ante una misma soberana, la emperatriz infantil. Nuestra juvenil emperatriz está muriendo y mientras ella muere la nada se extiende por Fantasía, pues ella es sustento y base de todo ese mundo. Nadie sabe qué puede salvarla y la tarea de descubrirlo le es impuesta al joven Atreyu.

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Atreyu será uno de los personajes más importantes de la historia y el encargado de descubrir qué puede salvar a la emperatriz, que no resulta ser otra cosa que Bastian, pues en esta apasionante historia los lectores entran en la novela y, en el caso de Bastian, no de forma metafórica.

Y hasta aquí un pequeño resumen para que tú puedas decidir si quieres leerlo o no. SI te gustan escritores como Laura Gallego -para quien La historia interminable es su libro favorito-, J.R.R Tolkien, Terry Prattchet, C.S Lewis, J.K Rowling, o cualquier otro escritor de fantasía, este libro te aportará algo. Una advertencia, si lo único que te gustaba del Señor de los anillos eran sus batallas por el destino de toda la humanidad, te recomiendo Juego de Tronos. A Ende le va un estilo más metafórico e infantil, y la imaginación y bondad solucionan más problemas que las espadas en este libro. Pero si la idea de un mundo ENORME y plagado de criaturas y países sorprendentes te fascina, este es tu libro.

Pero éste no es solo un libro para los aficionados a la fantasía. Este libro está lleno de hermosas metáforas sobre la vida, los sueños y, ante todo, el poder de la imaginación. A toda persona a la que le guste hacer preguntas como ¿por qué existimos?, que tanto molestan a nuestros mayores por su dificultad, aquí puede que no encuentre respuestas pero sí una visión alegre y, desde mi punto de vista, muy acertada de ellas.

Este libro no te lo recomiendo si eres una de esas personas que tienen como lema la simplicidad. Es un libro complejo, que no difícil, donde tienes que mirar más allá. Si en un dragón que escupe fuego solo ves un dragón que escupe fuego, al leer este libro tal vez te dé la impresión de que Ende consumió productos alucinógenos antes de ponerse a escribir. No necesitas ser culto, listo o haberte hecho antes esta clase de preguntas profundas pero para leer este libro debes tener una mente abierta.

En lo personal este libro me ha gustado. Lo empecé buscando una historia fácil y poco compleja que leer mientras el sueño me entraba por las noches y he encontrado justamente lo contrario, un libro lleno de simbolismo y metáforas hermosas sobre la imaginación, la sabiduría, la aceptación personal; además tiene un dragón o dos que siempre vienen bien. Solo dos cosas le quitan el diez a esta obra: la primera es su protagonista, Bastian, que durante unas sesenta páginas, más o menos  por la mitad de la obra, se vuelve un borde tan insufrible que te entran ganas de chivarle su punto débil a algún villano para que acabe con él. La segunda es que, tras la llegada de Bastian a Fantasía, la novela se torna algo lenta para mi gusto. Si la lees y te pasa lo mismo, resiste, no te arrepentirás. Salvo por estos detalles, Michael Ende, gracias de todo corazón.

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Hablemos un poco de este escritor. Michael Ende nació en Baviera y es el mayor escritor de fantasía infantil en la literatura alemana. Hijo de un pintor surrealista, muestra en sus obras el ambiente bohemio que le acompañó en su infancia. Sus dos obras más importantes son Momo, libro que leí en mi infancia y que aún recuerdo con morriña, muy recomendable para leer con un pariente pequeño acurrucados en la cama, y éste, La historia interminable. De ambos se han hecho películas, pero según Ende la película del segundo no es gran cosa y yo personalmente le haré caso. Murió en 1995 debido a un cáncer y nos dejó una infinidad de libros por los que nunca le estaremos suficientemente agradecidos. No los he leído todos, pero los que he leído me han encantado. Podría contaros mucho más sobre él y sus obras, pero como el maestro Ende diría: eso es otra historia y debe ser contada en otro momento.

Daniel Mallo, 1º de Bachillerato

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